EL FUTURO DE LA PEDAGOGÍA
“Debemos dejar
de actuar como si la naturaleza estuviese ordenada por disciplinas, de la misma
manera que lo están las universidades” (Russel L. Ackoff).
Desde el inicio de los tiempos
la creatividad ha sido el medio que nos ayudó a ser innovadores y quizá, hasta desplegar
una inteligencia superior de los demás mamíferos. La necesidad del
descubrimiento de los desconocido que nos lleva a analizarlo y cuestionarlo
todo. Sin embargo a veces sentimos miedo de salir de la rutina, del confort al
cual estamos acostumbrados, porque lo relacionamos al desequilibrio emocional o
a la pérdida del tiempo que en la actualidad nos ha agobiado tanto el andar
siempre a prisa sin detenernos a pensar solo
un poco si lo que estamos haciendo o enseñando es realmente significativo. Las cada
vez más numerosas experiencias que existen acerca del beneficio potencial de
las facetas creativas del crecimiento de
la personalidad nos comprometerían superar dictomías entre la razón y la emoción;
entendemos que la creatividad en el ser humano puede estimularse,
potencializarse o inhibirse si como educadores somos capaces de lograr hacer
que los estudiantes creen en sus habilidades y capacidades. Hasta para entender
una broma o un sarcasmo tenemos que ser capaces de comprender, de construir el
sendero inventivo que necesita a la inversa del mecanismo incitador como es la
inspiración. Para esto es necesario necesitamos maestros creativos, flexibles, innovadores
pero sobretodo apasionados por una educación, que enseñen con y desde el corazón;
es muy importante que los docentes desarrollen al máximo su creatividad para
formar personas integrales, solidarias, participativas, proactivas pero
sobretodo felices.
Los
universitarios que hoy se preparan para ser docentes de una pedagogía futura
llena de metodologías innovadoras y
herramientas tecnológicas jamás pensada en años atrás, pero ¿Realmente estamos
preparados para una pedagogía de ese tipo? Sus futuros estudiantes, por lo
menos para los docentes de educación básica, hoy tienen un año o menos y los de
educación inicial y parvularia aún no
han nacido. ¿Cuáles serán las problemáticas que tendrán que enfrentar las
escuelas en el futuro? Pero sobretodo ¿Cuáles serán los individuos que formen
la sociedad futura? ¿Qué avances abra logrado tener la educación? Es muy
importante que las universidades que ofertan carreras de educación en los
diversos niveles analicen estas
interrogantes y muchas otras y que incorporen en sus mallas curriculares nuevas
asignaturas acordes a las necesidades contextuales que se vislumbren; en
imprescindible que los futuros y actuales maestros se transformen día a día
aplicando innovación y uso adecuado de los recursos tecnológicos que el mundo
actual nos ofrece y estar a la vanguardia de nuestros estudiantes que son
nativos tecnológicos.
La
pedagogía es solo futuro. Pero ¿Qué
estamos haciendo para prepararnos?
En
un futuro incierto pero no lejano se pondrán encontrar aspectos como el
constante empleo del pensamiento lateral, mayor uso de la creatividad, buen
manejo de la inteligencia emocional, el trabajo cooperativo, mayor autonomía, autorregulación
y por supuesto las tecnologías de la educación en su misión de integrar todo lo
descrito y lograr una futura sociedad proactiva.
Por
lo que se debe estar a la vanguardia ya que esto va condescender que los organismos
que conformen la sociedad futura, puedan disponer de herramientas y estrategias
necesarias para desafiar la competitividad, vence obstáculos y dar solución a
las diversas problemáticas que se presenten.
Alba Vera.
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